¿Cómo podemos aprovechar esta energía? Actualmente hay infinidades de aplicaciones de la energía fotovoltaica: alimentación de los satélites, calculadoras, pequeños aparatos electrónicos, ... pero lo que a nosotros nos interesa es la producción de
energía eléctrica doméstica.
Las instalaciones solares fotoeléctricas se pueden diferenciar en dos categorías: Para la
venta de la electricidad y para el
aprovechamiento individual.
La
conexión a red (venta de electricidad) se lleva a cabo cuando se dispone de una gran superficie, tal como un terreno (huerta solar) o un tejado de una nave (tejado solar) y que, mediante contrato con la compañía eléctrica, la energía generada por la instalación es
inyectada a la red general y vendida.
Respecto al
aprovechamiento individual de electricidad, se puede diferenciar en instalaciones
aisladas y en
autoconsumo. Las instalaciones aisladas son aquellas que no tienen ningún apoyo de otra instalación de energía eléctrica (como el caso de las casas de campo alejadas de la línea eléctrica), y que la energía producida por las placas ha de ser
almacenada en baterías para un posterior uso. Las instalaciones para autoconsumo son aquellas que
comparten conexión del hogar con un contador normal, y cuando están produciendo
inyectan la energía en el hogar con el consiguiente ahorro.